Las gafas de natación pueden ser incómodas y poco herméticas, lo que puede hacerlas innecesarias para un nadador. Mantener los ojos abiertos bajo el agua puede irritar las membranas mucosas (en los ojos y la nariz), pero a menudo es necesario. Adaptarse al mundo acuático y las distorsiones visuales que provoca es fundamental para pasar tiempo bajo el agua y mantener con éxito los ojos abiertos durante esta experiencia es el primer paso a dominar.
Pasos
Parte 1 de 2: entrenar en casa

Paso 1. Ve a tu baño
Llena tu fregadero con agua. Deberá ingresar lentamente y comenzar con agua del grifo y no con agua de piscina o agua dulce o salada. El fregadero debe estar lo suficientemente lleno como para sumergir al menos la mitad de la cara. Para facilitar las cosas, evite las temperaturas que sean demasiado frías o demasiado calientes, que pueden golpear o quemar su piel.

Paso 2. Sumerja su rostro manteniendo los ojos cerrados
Deje que su rostro se adapte a la temperatura y asegúrese de estar cómodo y tranquilo. Si su nariz está irritada, debe detenerse, ya que sus ojos estarán aún más irritados por el cloro o los productos de los limpiadores a base de halógenos.

Paso 3. Sumérjase en una bañera
Practique mantener los ojos abiertos bajo el agua mientras pueda contener la respiración. La temperatura del agua debe ser fría o tibia, como en las piscinas o en el fregadero del experimento anterior. Continúe entrenando hasta que ya no sienta molestias e irritación en los ojos.
Parte 2 de 2: abre los ojos mientras nadas

Paso 1. Encuentre una fuente de agua tratada ligeramente
Practique nadar en una piscina que contenga agentes limpiadores sin cloro o en agua blanda. No hay evidencia de que el cloro pueda irritar los ojos o causar daño a la córnea, pero los subproductos en la piscina pueden causar estos efectos. Evite las piscinas grandes, ya que probablemente contengan hipoclorito o cloro para mantener la calidad del agua.

Paso 2. Sumérjase y abra los ojos
Si está en agua blanda, debe esperar estar un poco irritado, pero el agua tratada o salada es aún más irritante. Es posible que le irriten los ojos y la córnea, pero no perderá la agudeza visual si no dedica demasiado tiempo a hacer ejercicio.

Paso 3. Pase cada vez más tiempo con los ojos abiertos
Trabaje en esta dirección, teniendo cuidado con la irritación ocular o la fatiga. Continúe hasta que pueda mantener los ojos abiertos bajo el agua mientras pueda contener la respiración. Debería poder pasar cada vez más tiempo bajo el agua con los ojos abiertos. Evite las áreas profundas o de riesgo si no es un buen nadador.

Paso 4. Practique mantener los ojos abiertos para observar bajo el agua
Debe hacer esto durante varias sesiones para minimizar el riesgo de irritación si se encuentra en una piscina tratada o en agua salada. Sin embargo, pronto se sentirá cómodo. Debes practicar en varios tipos de agua, ya que estos varían mucho en cuanto a visibilidad y colores. Evite el agua sucia o estancada, ya que las infecciones transmitidas por el agua son comunes en pequeños lagos y estanques.
- Deberá practicar más para descifrar correctamente la información visual bajo el agua. Practique estimar distancias a objetos que sabe que están colocados a una cierta profundidad y distancia de usted y calcule el tiempo que le toma llegar a ese objeto para estimar su respuesta a su nuevo entorno.
- Si está buceando, evite sumergirse demasiado en un traje sin presión. La presión cambia a medida que desciende y esto puede reventar los capilares sanguíneos y dañar los tímpanos. Cuando se sienta cómodo, asegúrese de descomprimirse bien.
Consejo
- Si hace ejercicio en su piscina, considere invertir en desinfectantes con bajo contenido de cloro o sin cloro para minimizar la irritación y el riesgo de dañar la córnea.
- Siempre se recomienda utilizar gafas en agua tratada o salada para minimizar la irritación ocular y el riesgo de dañar la córnea. No se ha comprobado que los desinfectantes a base de cloro causen pérdida de visión en los nadadores, pero los subproductos de estos desinfectantes y sus efectos sobre las propiedades del agua, como el pH o la osmolaridad, pueden irritar las membranas mucosas y la córnea.
Advertencias
- Evite nadar o abrir los ojos en agua estancada o sin tratar. El riesgo de infección es alto cuando expone sus membranas mucosas al agua no tratada y a los microbios que viven allí.
- Evite las piscinas tratadas con cloro, especialmente si tiene problemas respiratorios, ya que las concentraciones de cloro gaseoso pueden empeorar estos problemas en los nadadores.